miércoles, 15 de noviembre de 2006

Los Braseros se encendieron...



Incendio afectó a tradicional restaurant "Los braseros de Lucifer"


Un incendio afectó al conocido restaurante santiaguino "Los braseros de Lucifer", local ubicado en el centro de Santiago, en la esquina de las calles San Diego con Cóndor, y que posee más de 40 años de existencia. El siniestro, que se inició aproximadamente a las 10.30 horas de la mañana del pasado domingo 12 de noviembre, convocó a diversas compañías de Bomberos, las que tras una hora de intenso trabajo lograron controlar las llamas. El incendio, cuyas causas hasta el momento se desconocen, se produjo en la parte superior del local, que corresponde a la residencia del cuidador de este restaurant. El individuo, quien se encontraba al interior del recinto cuando comenzó el fuego, fue llevado hasta la Posta Central con principio de asfixia. El fuego provocó pérdidas totales en el tercer piso, mientras que el segundo resultó parcialmente dañado, producto de la acción del agua, informó Radio Bio Bío.

Fuente: Las Últimas Noticias

"Chile Libre"



Comida Típica Chilena

A inicios de los años "80", cuando todavía regía el toque de queda, el temuquense Víctor Painemal tuvo la idea de crear un espacio para que quienes todavía añoraban la bohemia pudieran reunirse tanto para recordar viejos tiempos como para disfrutar de un buen pernil.
Desde el viaje de Pinochet a Londres, la contraseña es "Chile Libre" pero se pide sólo después de las 15.30 horas. Otra cosa que ha ido cambiando con los años son los nombres de los platos, que se adaptan a la actualidad política. Hoy el costillar con coimas, el Punta Peuco o el Vitalicio, el Vietnamita, el famoso Pernil Canalla, el Terrorista, el Barrabas, Amongelatina, Curanto estilo canalla, el Cesante y el chucaro.

"El Canalla", como lo conocen todos al dueño Víctor Painemal, recuerda con orgullo los primeros años de su restaurante. "Inauguramos en el 80 como El Rey de los Pollos Asados y abríamos después del toque hasta la madrugada. Después de que los incendiaron el boliche en el 83 y nos clausuraron la patente, pasamos a llamarnos el Rincón de los Canallas", cuenta. En esa época, Painemal fue allanado en 67 ocasiones. Aún así "el canalla" se mantuvo firme. En radios como Colo Colo pasaba el santo y seña del día, entre saludos. Y los que llegaban debían tocar una campanita para responder al famoso Quién vive Canalla ? con alguna frase como "Esta lloviendo en Puerto Montt y los canallas siguen igual".

Visitado por políticos, dirigentes, artistas y famosos. El Rincón de los canallas mantiene esa mística de los comienzos, recibiendo a todos con un chancho en piedra, pan, cebolla en escabeche y con músicos folclóricos en vivo.


Menú:
"Vietnamita" para cuatro canallas: Pernil, arrollado, longaniza, prietas, costillar, arroz, papas yensaladas.

"Terrorista" para cuatro canallas: Pernil, arrollado, longaniza, costillar, arroz, papas yensaladas.

"Guerrillero" para cuatro canallas: Pernil, chuletas, longaniza, arroz, papas y ensaladas.

"Atentado" para cuatro canallas: Pernil, costillar, papas y ensaladas.
"Pernil Canalla" para dos canallas: Pernil, arroz, papas y ensaladas.

Atienden sólo reservas al: 6991309

Barrio vivo a pesar de...



San Diego, Tarapacá, Alonso de Ovalle. “Barrio de los libros”, dijo Sepúlveda, “barrio de mierda”, pensó el vendedor de candados sin dinero para comprar lo que en Chile es considerado, por ley, un artículo de lujo. Lujoso, leproso, caluroso. Antes franciscano, hoy santiaguino (que no es lo mismo). En definitiva, un libro abierto. Los edificios de la calle San Diego, con sus fachadas derruidas y descascaradas, recuerdan a esas ciudades balcánicas bombardeadas durante la guerra. Evocan en la memoria imágenes, en algún momento vistas, de ciudad castigada, de ciudad sufriente y abandonada. Las razones de tal decadencia no son precisamente bélicas, sino que más bien, lindan con otro tipo de violencia: el negligente descuido de autoridades y ciudadanos. Lo paradójico, y al mismo tiempo esperanzador al mirar esos frontis agonizantes, es lo notorio de la energía humana incontrarrestable que corre por la ciudad. Superior a cualquier carencia estructural, al vertiginoso ritmo del modernismo, al ruido insoportable de la micro destartalada o a ese aire que no huele precisamente como tal. Las paredes leprosas se intercalan con misteriosos locales oscuros que no entregan ninguna información al transeúnte salvo por la música pachanguera que murmuran desde su interior. Basta posar la oreja en la típica ventana polarizada y leer el papel que bajo neón morado dice: Se necesita jovencita simpática y de buena presencia. Buen sueldo. No se requieren más datos para cerciorarse de que se está frente a un club nocturno, de esos que nunca estuvieron previstos allá en el siglo XVII, cuando los franciscanos dominaban el barrio desde La Cañada, actual Alameda, hasta lo que hoy es el Parque Almagro, otrora entrada sur a la capital. Son parte del salpicado de mundillos que conviven en el barrio, aportándole a éste otro ritmo, otro rostro. Como el de la bailarina que, parada frente al Centauro, mastica chicle con las manos escondidas en su chaqueta de jeans mientras flirtea con la fauna masculina de la vereda de enfrente. Una especie de cachondeo nostálgico. Es la dicotomía propia de Santiago, su división entre la cáscara descuidada y el espíritu calentón. Al cruzar distraídamente la calle Tarapacá, contemplando los árboles que emergen de la superficie bañada en cemento, no se puede sino sentir admiración por aquellas especies vegetales. Apóstatas en una ciudad gris y soberbia que cree poder sobrevivir a los tiempos con tan sólo edificar templos del consumo. Heroísmo ostentan también quienes van por las calles cuando ir por las calles un día de marzo a las dos de la tarde significa más un derretimiento que otra cosa. Para guarecerse del sol mientras llevan sus pasos al conjunto de librerías que se amontonan sobre el paso a nivel San Diego-Bandera, los héroes caminan pegados al gimnasio del Instituto Nacional, avanzando en perfecta fila india para refugiarse bajo la escuálida sombra proyectada por la cornisa del edificio. Ya en la galería o “Paseo Tradicional del Libro”, que lleva el nombre del ilustre desconocido Manuel Tobar Pérez, el salpicado previamente observado se multiplica en una incuantificable variedad de ocupaciones, bellezas y humores. El gentío se da cita en un espacio angosto y de techo bajo, como si en Santiago no hubiesen más espacios o como si se tratara de Hong-Kong, Shangai o cualquier metrópolis superpoblada. Aún así, la mayoría de las personas que colman el reducido espacio están sólo de paso. Las velocidades de la ciudad se sobreponen. Quizás lo único que logra aplacar, en parte, el flujo vertiginoso son las toneladas de libros y revistas desperdigadas que por cada rincón entorpecen el paso. Y esa es la idea, atraer las miradas hacia puzzles, revistas y libros, y hacer del paseo algo más que un tránsito entre la casa y la oficina. Al regresar hacia el sur por San Diego, todavía quedan librerías sin visitar. Frente al comienzo de la calle Alonso de Ovalle, aparece una galería color enfermo o amarillo pálido. Dos pisos, tiendas de trofeos y medallas, compra-ventas de libros y un insistente vendedor de candados con clave que maldice a la gente y al barrio si la respuesta a su oferta es negativa. Local número 27: una pequeña tienda atiborrada de libros de todo tipo que cubren sus paredes como enredaderas. Detrás de una mesa cubierta de más libros, se asoma un hombre de unos sesenta años, bajo, corpulento y canoso, de expresión seria y una curiosa concavidad entre los ojos, donde comienza la nariz. Se presenta como José Sepúlveda Hernández y dice ser presidente de la Asociación de Libreros.


Leer mata

Sepúlveda es un librero ávido por conversar. Basta su presentación para que se abra, irreversiblemente, la compuerta a un detallado resumen de su vida: más viejo que la galería misma, fue el primero en instalarse en ella. Comenzó en el rubro cuando de niño intercambiaba los libros de su padre por otros que consideraba más interesantes. Sepúlveda es un convencido de que en Chile el déficit de lectura es un mito, una teoría que asegura poder desmentir si se pusiera a contar a todas las personas que entran en su compra-venta diariamente. Declara un amor profundo y obseso por los libros, “fuente de información que nunca será destronada por el Internet”, dice. En ese ambiente y con un hombre que ha pasado tantos años acompañado por libros, es imposible no sentir ganas de escuchar algunas de sus historias.
“¿Locos? Claro que sí. Yo conozco muchas personas que han perdido la cabeza por leer demasiado. Leer es peligroso cuando no se hace nada más. Hace poco, un joven que siempre venía por aquí enloqueció leyendo libros esotéricos que me compraba. No sé que es de él. Ya no lo veo. La última vez que lo vi estaba chalado. Puede que esté muerto, o tal vez en el manicomio”, relata Sepúlveda, al tiempo que dice estar leyendo un libro sobre el problema de las drogas, del cual ha sacado como conclusión que para Occidente es urgente aprender de los terribles escarmientos que aplican a los drogadictos en los países islámicos. De lo contrario, la civilización occidental colapsará. “Allá si te pillan con falopa, te fusilan”, asegura, apoyado sobre una lámina de Juan Pablo II. Al dejar atrás el rincón de Sepúlveda y su singular forma de ver la vida, todavía quedan ganas de caminar. Los varios boliches y picadas que se propagan desde la calle Santa Isabel hasta Alonso de Ovalle son paraísos de la papa frita, el pernil y las parrilladas. Para estómagos exigentes están Los Braseros de Lucifer, El Masticón 3, Las Tejas o el mítico, y alguna vez clandestino, Los Canallas. Al otro lado de la Alameda el recién inaugurado Centro Cultural La Moneda se erige como uno de los símbolos máximos de la parafernalia cultural promovida por el ex Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar. Pero eso es para otra ocasión. La alternativa que aún deja abierta el barrio de San Diego es el eterno Cine Normandie, que después de 24 años como sala de cine arte ha logrado subsistir contra todo tipo de dificultades. Ante la disminución de interesados por este tipo de cine, el Normandie ha debido permear su cartelera a películas más comerciales para poder subsistir. A pesar del progresivo sometimiento a las leyes del mercado, todavía mantienen una distinción. Se niegan a emprender la retirada. Admirable, como todo en este barrio que porfía.


Fuente: Periodismo U de Chile.

www.periodismo.udechile.cl

Los Históricos Diana...


En el año 1934, Don Roberto Zúñiga Peñailillo fundó los Entretenimientos Diana.

El nombre "Diana" lo eligió inspirado en la Diosa Mitológica que representa una cazadora y en la marca de los primeros rifles alemanes con los cuales Don Roberto comenzó su negocio, con un pequeño tiro al blanco.

Desde sus inicios, el principal objetivo de Don Roberto fué otorgar sana diversión a niños y adultos, en un ambiente cálido, seguro y de real esparcimiento. Hoy día, con más de sesenta años desde su fundación, el lema de la empresa sigue siendo el mismo:
"Más de medio siglo
de sano pasatiempo y diversión"

Entretenimientos Diana es una empresa que se ha perpetuado con éxito en el tiempo, pasando a una nueva generación, con nuevas energías e ideas, sin embargo, conservando siempre el espíritu noble de su fundador.

Hoy dan un paso adelante, conn un local de 1100 m2 ubicado en pleno centro de la ciudad, en el Paseo Ahumada Nº 131 Subterráneo donde sus clientes pueden disfrutar de una gran variedad de juegos, desde un carrusel para niños pequeños, hasta el más sofisticado video-simulador, en un ambiente limpio, grato, cálido, con aire acondicionado, rodeado de plantas naturales y con un amplio espacio destinado a
" no fumadores".

Tienen un segundo local ubicado en el Caracol Galería Plaza de Armas, en la calle Merced 839, subterráneo, a solo pasos del Centro Cívico de nuestra capital. En este local cuentan con más de 60 atractivos y modernos juegos con la misma y esmerada atención que nos caracteriza.

La empresa tiene a la venta una gran variedad de flippers y videos en perfecto estado, con el respaldo de nuestro excelente servicio técnico y la confiabilidad de haber sido parte de la historia de los famosos Entretenimientos Diana.

Les presentamos las últimas novedades. En el local de Ahumada 131, Subterráneo The Fast and The Furious Megatouch 2005 Flpper "Elvis" Flipper "The Sopranos" Tekken 5 Maze of The King

¿Cómo dice que dijo?


El centro comercial Alonso de Ovalle, está invadido de chinos...

Locales repletos de hello kitty, gatos cósmicos, zapatos de diferentes colores con los más originales diseños son los que plagan el multicentro ubicado en San Diego.
Por donde camines escuchas las voces de éstos vendedores de ojos rasgados con su idioma inentendible, que sólo saben responder a las tallas y los precios.

"¿Cuánto cuesta este pañuelo?", preguntó a una vendedora de ojos rasgados una mujer que miraba una de estas prendas. Frente a tan "compleja pregunta", la "chinita" sólo atinó a tomar una calculadora y escribir 2.500 en ella.

Pese a que hoy el mundo globalizado parece no tener fronteras, el tema del idioma es todo un problema a la hora de entenderse con estos locatarios, pues ninguno de ellos maneja el español, lo que vuelve un poco difícil la relación entre los comerciantes y el ansioso cliente.

Más barato por docena Ubicado sobre el Multicentro Alonso de Ovalle, que se especializa en la venta de artículos de electrónica, peluches y hierbas medicinales, se encuentra el Centro Comercial China, que vende principalmente accesorios como lapiceras, joyas de fantasía, además de ropa para mujer y calzado. Pañuelos por $1.500, un par de aros por $1.000, portacelulares de cuero a $2.000, poleras a $2.500 o un par de jeans por menos de $5.000 parecen ser ofertas tentadoras para quienes buscan vestirse por pocas lucas. Pero hay un detalle que termina con las expectativas sobre lo que parecía ser la revolución de los malls santiaguinos: sólo se puede comprar al por mayor. Es decir, si usted quiere una de esas lindas carteras que vio en un local, está perdida, deberá llevarse por lo menos seis para mantener el precio. Todo un negocio. El horario de atención es de lunes a viernes entre las 10:00 y las 20:00 horas y sábados y domingos entre 10:00 y 16:00 horas.
Pero ojo... Sería bueno aprender el lenguaje de señas o llevar un traductor...
Información en:

Finalización del ciclo de Cine y Literatura...





El Normandie finaliza su ciclo de cine y literatura con la película argentina "Cortázar "de Cristián Bauer y la colombiana " La virgen de los sicarios" del director Barbet Schroeder.

Cortázar
Jueves 16 de noviembre
15.30, 18.30, 21.30 hrs.

SINOPSIS
A ochenta años de su nacimiento y diez de su muerte, el escritor argentino Julio Cortázar narra su propia vida. Las palabras, dichas por él mismo y por el actor Alfredo Alcón, construyen el retrato de un ser humano donde la literatura se entrecruza con impresiones sobre el mundo que le ha tocado vivir. Las imágenes de archivo se transforman en imágenes reelaboradas desde una mirada poética, que reconstruye una vida que parte desde un nacimiento bélico en la Bruselas de 1914 y finaliza en el cementerio de Montparnasse donde el escritor descansa junto a su mujer Carol Dunlop.


"La Virgen de los sicarios"
Viernes 17 de noviembre
15.30 y 22 hrs.

SINOPSIS
Tras una ausencia de treinta años, el escritor Fernando Vallejo vuelve a Medellín, ciudad donde creció. No queda gran cosa de lo que había dejado: sus padres están muertos, una parte de la ciudad ha sido destruida, la mafia de la cocaína (el cartel de Medellín) siembra el terror mediante bandas de asesinos. A su llegada va a casa de un viejo amigo que le presenta a Alexis, un adolescente que sobrevive trabajando de chapero. Procedente de uno de los barrios más degradados de la ciudad, Alexis forma parte de estos jóvenes asesinos que matan a sueldo, o con la menor excusa y, que a su vez, son asesinados por otros adolescentes sin futuro.

Medalla de Oro de la Presidencia del Senado en el Festival de Cine de Venecia 2000.
Festival de Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana 2002 al Mejor trabajo de un Director No Latinoamericano sobre un tema de Latinoamérica.
Precios:
Entrada General: $2.500 -
Estudiantes, tercera edad, miércoles y matinés $1.400 -
Amigos: $1.000 -


Hazte Amigo del Cine Arte Normandie!

Beneficios:
Podrás asistir por un precio preferencial ($1.000) a cualquiera de nuestras funciones durante todo un año. Además tendrás descuentos en la librería del Fondo de Cultura Económica (Tarapacá esq. Paseo Bulnes). y en la disquería Art&Music (Huérfanos 830 Local 252, Santiago).
Dónde inscribirse:
En las dependencias del Cine, de lunes a viernes de 15:00 a 21:00 hrs.

Costos:
La tarjeta de Amigo del Cine Arte Normandie tiene un costo de $5.000, además necesitas llevar una foto tuya tamaño carné.

Lo que viene en el Caupolicán



Con un concierto de aniversario se toman esta vez el Teatro Caupolicán Los Miserables. La banda de punk, rock y ska oriunda de San Miguel celebra con "Quince años de compromiso y conciencia", un festival en el que, además de revisar su propia trayectoria, invitan a la banda punk Machuca, de Concepción, y a Los Violadores, de Argentina.


Viernes 17 de noviembre.
20:00 hrs.
$6.000 y $5.000.

Más información en www.miserables.cl



Illapu

"Vivir es mucho más" es el nombre del concierto, del disco nuevo y de la canción con que Illapu vuelve a la actividad este año. El grupo de Roberto Márquez, iniciado en el folclor nortino y del altiplano, y luego abierto hacia la fusión con otras músicas del mundo, lanza el nuevo álbum a comienzos de noviembre. Grabado en los santiaguinos estudios Tarkus, es el primer trabajo de canciones originales del conjunto en seis años.

Más información en www.illapu.cl

Sábado 18 de noviembre.
21:00 hrs.
$5.000 a $18.000.

Los Inolvidables con Wendy

ARTISTAS INVITADOS:
JOSE ALFREDO FUENTES. HECHIZO. PEDRO MESONE. LOS FARDOS. CRISTOBAL. MARCO AURELIO. MAURICIO FLORES. NELLY SANDERS. TATO CIFUENTES. PIPO ARANCIBIA. NATALIA CUEVAS. SONORA TOMMY REY. MONSERRAT BUSTAMANTE. BALLET HUGO URRUTIA. PAYSANDU EL SONIDO DE LOS IRACUNDOS.

Domingo 19 de noviembre
20:30 hrs.
$5.500 a $13.000

Un Lugar Con Historia


La historia del Caupolicán comenzó en 1936, cuando la entonces Caja de Empleados Públicos financió la construcción de lo que prometía ser el primer recinto de espectáculos a nivel internacional de la capital. Santiago -que ya se acercaba al millón de habitantes- necesitaba una sala a la altura de su condición de gran ciudad. En el viejo Caupolicán se podía ver de todo. Desde espectáculos internacionales de primer nivel hasta jornadas heroicas del deporte, como el primer título sudamericano que ganó el básquetbol femenino para Chile, en 1946. O las memorables jornadas que entregaba el boxeo, de la mano de ilustres nombres, como Arturo Godoy, Fernandito, Godfrey Stevens o Martín Vargas. Y cuando se acercaban las elecciones, la multitud aclamaba a sus líderes en El Caupolicán. Las proclamaciones, de todas las tendencias, eran verdaderas demostraciones de fuerza. El Caupolicanazo, le llamaban. Por ahí pasaron grandes oradores, como Alessandri, Frei Montalva, y Allende, precisamente tres nombres que llegaron a La Moneda precedidos de masivas concentraciones en el lugar.
Pero la historia del Caupolicán no se puede escribir sin mencionar a su principal motor, el iquiqueño Enrique Venturino Soto. Tomó el control del teatro a comienzos de los años ‘40 y no paró hasta su muerte. Por esos años, Venturino, propietario de la Empresa Chilena Cóndor, ya era todo un personaje de la farándula nacional. Sus múltiples contactos le permitían traer a lo mejor del espectáculo internacional.

Venturino se constituyó, además,en el gran impulsor del circo chileno al fundar Las Águilas Humanas, que nació precisamente en los tiempos que llevaba el nombre de Teatro Circo por su activa vida circense.Más tarde, ya bautizado como Caupolicán, alcanzó su mayor esplendor. Una época de oro, que puso a Santiago en el circuito de los grandes espectáculos internacionales que llegaban a Sudamérica.“Quienes mejor explotaron el Caupolicán fueron los Venturino. Ellos tenían una premisa, el Caupolicán no podía tener las puertas cerradas ni un solo día a la semana. Por último, daban cine. Pero había algo todos los días. Y efectivamente así era”, recuerda el periodista Julio Martínez, asiduo histórico del Caupolicán.
La lista de artistas es interminable. Por ahí pasaron verdaderas estrellas de la época, como Louis Armstrong, Catherine Valente, Duke Ellington, Bill Halley y sus Cometas, Jorge Negrete, Lucho Gatica, Raphael, Lola Flores, Maurice Chevalier, Juliette Gréco, Chito Faró, la Filarmónica de Nueva York, Claudio Arrau, entre muchísimos otros.

El fiasco de los toros El público del Caupolicán se acostumbró desde los primeros años a ver espectáculos de gran nivel. Ya en 1939, los capitalinos pudieron ver óperas como “El Barbero de Sevilla”, “Madame Butterfly” y “Rigoletto”, así como a las principales orquestas sinfónicas de Europa.También llegaron el Ballet soviético Berioska, el Circo de Moscú, el Circo Chino y el Holiday on Ice que, cada vez que venía, llenaba por semanas el Caupolicán. “La gente se quedaba media hora aplaudiendo en cada función, era impresionante”, recuerdaJorge Figueroa, ex mayordomo del teatro

Entre los espectáculos más insólitos, se cuenta una singular corrida de toros realizada en 1954 con toreros peruanos. La pista se preparó durante 20 días para habilitarla como un ruedo, con abundante arena y tierra. Pero el show fue un verdadero fiasco. Los toros -apenas unos novillos, según el Chino Allende- se quedaron paralizados en la pista. Y el que se movió fue sólo para levantar y tirar abundante arena y tierra a los espectadores. “A los toros se lo comieron los focos, la luz eléctrica. Les faltó el sol, el cielo, nunca he visto a toros tan asustados”, dijo Sergio Venturino al explicar el fracaso

El Teatro Caupolicán cuenta cómodas, seguras y amplias instalaciones, pensadas en hacer de la visita del público una experiencia inigualable.
- 32 Cámaras de seguridad con circuito cerrado de TV - Cafetería - Servicios Higénicos - Mini Teatro Interior - 4.500 Butacas - Seguridad vehícular con personal capacitado OS-10 - Internet inalámbrica WI FI

martes, 14 de noviembre de 2006

El Cine Añejo



La magia del Cine El Normandie entre los 80’ y los 90’ era una especie de referente contra la dictadura, y que para la semana del plebiscito se dio el lujo de presentar la película el “Gran Dictador” de Charles Chaplin. Apartado de las luces, tecnología y modernas dependencias, pero con la frente en alto, encontramos hoy al Normandie, a pasos del cotidiano ir y venir del barrio San Diego, en el Santiago viejo, añejo y bullado, dentro del centro del esmog. Una construcción muy antigua, donde los años se notan en su fachada, y al entrar en éste uno respira nostalgia y grandes momentos vividos por anteriores generaciones, sobretodo la de los 80’. Las funciones nocturnas que caracterizaban al cine en la época de la dictadura se mantienen hasta hoy, con menos recursos y películas alternativas a las 21:30 hrs. se presenta la última función todos los días. Don Sergio Salinas, uno de los dueños esta frente a la caja esperando a sus clientes frecuentes, llega hasta la ventanilla un trío de amigos de apariencia “artística” y lo saludan con un _ ¡Hola tío! _ a lo que el hombre responde con el mismo entusiasmo al ver a unos de sus reiterativos espectadores, quienes son “Amigos del Normadie” que van sabiendo que se encontrarán con incómodas y viejas instalaciones, sonido e imágenes antiquísimas, y películas que en su mayoría no son muy actuales, pero a la vez saben que encontrarán grandes clásicos que marcaron el cine, genios en la dirección, y también películas que nunca tuvieron su momento de gloria por algún desconocido motivo, pero que igualmente vale la pena verlas. Algunos viejos espectadores del cine eran por ejemplo algunos políticos de la Concertación como Enrique Correa, Ricardo Solari, el senador Jorge Pizarro, Patricio Aylwin y Ricardo Lagos, por nombrar algunos, siendo Alwin el único que todavía sigue yendo. Después de un rato Sergio enciende un cigarro para acompañarse en la espera de que lleguen por lo menos unas 20 personas y partir con “Hierro 3” un drama chino dirigido por Kim-Ki-Duk. Dos turistas se asoman a la entrada del lugar, y observan la cartelera, y los afiches de las próximas películas, en sus rostros se como miran detenidamente cada detalle del cine, desde su letrero hasta el mismo Sergio. Con un español fluido pero mal pronunciado consultan el valor de la entrada, _Mil quinientos_ dice Salinas, y ellos se miran y deciden comprar una. Los seguí hasta que tomaron asiento en las butacas, pude notar, pese a no entender nada de lo que decían, lo admirados que estaban por la estructura del lugar porque sonreían e indicaban las cortinas verdes del teatro y las butacas. De vuelta en la caja se nota en el rostro de Sergio que está contento, _¡vino más gente de lo común!, ¡me dio buena suerte usted!_ me dice.

Movilizados por un MosKito


Explosiva ha sido la venta de bicicletas con motor “Moskito”
La CONASET advierte los riesgos y muestra los requisitos para usar este nuevo medio de transporte similar a una moto.

Es la calle San Diego uno de los pocos lugares donde se encuentran las bicicletas con motor, fenómeno que José Pino dueño de bicicletas “Alpino”, trabaja desde hace aproximadamente 5 años.
Los modelos son tres respectivamente y el costo fluctúa entre $195.000, que es una bicicleta común y corriente con motor, y $330.000, correspondiente a un estilo de bicicleta tipo moto Harley. Cada bicicleta cuenta con tres meses de garantía, una postventa, casco, y chaleco reflectante de regalo más la jeringa para ponerle bencina al motor.
La velocidadmáxima alcanzada puede llegar hasta los 55 km/hr, lo que para las autoridades del ministerio de transporte es mucho. Pero las “Alpino” cuentan con un servicio técnico que si el dueño de la bicicleta lo requiere puede regularle la velocidad del motor para que éste gaste menos bencina y ande a una velocidad razonable.

El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones a través de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, señaló que si se va a utilizar este tipo de vehículos, los conductores deben respetar la normativa existente, como por ejemplo tener licencia de conducir e incorporar todos los equipamientos de seguridad pertinentes, como casco para motocicletas, luces y espejos retrovisores para resguardar la integridad física de un conductor en caso de un accidente.
Como todo vehículo a motor, tanto Carabineros de Chile como los inspectores municipales de las respectivas direcciones de tránsito tienen la facultad para fiscalizarlos, en el sentido de comprobar si efectivamente los conductores de estas bicicletas con motor “moskito”, tienen licencia de conducir profesional clase C y permiso de circulación al día.
La recomendación es que si se va a utilizar este tipo de transporte, se haga cumpliendo la normativa vigente y todos los equipamientos de seguridad respectivos, de lo contrario, quienes conducen se exponen a sanciones graves y gravísimas, cuyo correlato en pesos de éste esta dado en la propia ley de tránsito, y va en un rango entre 1,5 a 3 Unidades Tributarias mensuales, lo que equivale entre $31.000 a $47.000 y entre $47.000 y $94.000, aproximadamente.
Por otro lado el Senador Jovino Novoa cuenta en su blog www.senado.cl/blog/jnovoa, que presentó el proyecto para eliminar las obligaciones de inscripción en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados, de obtención de placa patente, de contar con permiso de circulación y de revisión técnica a los vehículos motorizados de dos o tres ruedas con cilindrada igual o inferior a 50 centímetros cúbicos, lo que fue declarado por el consejo, inadmisible debido a que se consideró que el permiso de circulación y la patente constituyen un especie de impuesto y la Constitución Política señala que sólo el Presidente de la República puede presentar un proyecto de ley relacionado con impuestos. Por lo que está en Manos de la Presidenta resolver este conflicto.
Tener una bicicleta con motor es algo que hoy está de moda. Un nuevo medio de transporte que como todos tiene sus pros y sus contras, pero que después de todo facilita la vida a muchos ciudadanos en la rutina diaria.